La seguridad del piloto es lo primero. No sólo cascos, sino también ropa ignífuga para proteger el cuerpo: los monos, los guantes, las botas y la ropa interior con homologación FIA.
La grasa de cobre se utiliza especialmente en los deportes de motor por sus peculiares características de resistencia a las altas temperaturas, altas presiones y durabilidad en el tiempo.